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Las experiencias inmersivas podrían transformar el mundo del arte contemporáneo, y esta es la prueba.Si aceptamos la premisa de que la tecnología está transformando nuestra vida, debemos admitir que el arte también está incluido en esa transformación. En este mismo momento hay artistas experimentando con desarrollos como la realidad virtual, la posibilidad de videograbar en 360º o la generación de hologramas, todo para expandir los límites de la experiencia estética.
Como prueba de ello, hace unas semanas se presentó en Tokio un proyecto de arte inmersivo en el que colaboraron Chiharu Shiota, Daito Manabe, Mr. y Trouble Andrew, cuatro artistas contemporáneos de distintas filiaciones reunidos por la firma de haute couture Gucci. Gucci 4 Rooms es una exploración en cuatro espacios distintos por sendas asociaciones con el imaginario de Gucci. Shiota creó en una habitación el “Herbario Gucci”, Manabe creó un lexicón experimentable, Mr. un “jardín” lleno de plantas y animales y Trouble Andrew una instalación secreta. Todo ello dialogando heterodoxa e intensamente con todos los sentidos del espectador, quien es arrancado de su realidad para experimentar con cuatro fragmentos inesperados y, cabría decir, inéditos para su percepción. Gucci 4 Rooms parece apuntar a una corriente experiencial del arte, una que, apoyada en la tecnología, nos invita no a apreciar las obras artísticas sino a vivirlas.
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